Fasting o Ayuno intermitente

El ayuno intermitente se ha puesto muy de moda y en torno a él han surgido múltiples debates sobre sus beneficios y contraindicaciones. También conocido como fasting, esta práctica tiene muchos beneficios como el reducir algunas patologías como la hipertensión, flujo gástrico, controlar el azúcar, pero más que todo ayuda a la quema de grasa.

Hay estudios que han concluido que este método estaría contraindicado, y puede llegar a ser peligroso para algunas personas.

Veamos en detalle qué es el ayuno intermitente, cuáles son sus ventajas y desventajas y quienes puede o no practicarlo y por qué se ha hecho tan popular.

¿Qué es el Ayuno intermitente?

El ayuno intermitente o fasting, tal como se conoce hoy, se ha realizado durante mucho tiempo. Olvidado y redescubierto en los umbrales del nuevo siglo, esta práctica alimenticia consiste en abstenerse total o parcialmente de alimentarse durante un tiempo determinado.

Algunos médicos sugieren que es beneficioso y ayuda a perder grasa, mejorar la salud y la longevidad, y es mucho más fácil de mantener que las dietas tradicionales.

Además, aseguran que permite comer prácticamente lo que se quiera durante los horarios establecidos, pero optando por alimentos saludables: Nada de alimentos procesados, azucares o grasas saturadas.

La practica del ayuno intermitente es quizás tan antigua como la humanidad misma.

¿Ayunar es lo mismo que inanición?

No, son dos cosas distintas. La inanición es una debilidad provocada por falta de alimentos y puede derivar en consecuencias graves.

Ayunar, en cambio, es prorrogar de forma voluntaria la alimentación por algún motivo: Religioso, de salud o de otro tipo. Y debe ser practicado por quienes tengan suficiente grasa.

El ayuno intermitente puede tener cualquier duración (horas, días o semanas), puedes empezarlo en cualquier momento y dejarlo cuando se desee.

Durante el ayuno, se trata de aplazar por ciertos periodos el consumo de alimentos. Una persona sana puede aguantar un ayuno de hasta 24 horas sin problema (el organismo es una reserva de energía), pero los más prolongados podrían afectar el metabolismo y producir lo que se conoce como “efecto rebote”.

Beneficios del ayuno intermitente

El practicarlo de manera natural aporta ciertos beneficios al organismo, los cuales son:

  • Controla la sensibilidad hacia la insulina.
  • También mejora la presión sanguínea.
  • Reduce la grasa, especialmente en personas obesas.
  • Contribuye a la salud intestinal.
  • Ayuda a combatir el estrés.
  • Mejorar la salud cardiovascular.
  • Disminuye el colesterol LDL y los triglicéridos.
  • Parece que favorece la longevidad.

Los expertos recomiendan cautela y evitar esta alternativa con fines terapéuticos. También dicen que no es apto para personas con determinadas patologías o están en riesgo de desnutrición.

¿Cómo realizar el ayuno intermitente?

Existen ciertos métodos de ayuno intermitente, cada uno ideal para cada organismo, los cuales bien podrían adoptarse dependiendo de tu estilo y rutina diaria. Entre ellas:

12 horas

Con unas simples reglas, puedes establecer un período de ayuno de 12 horas todos los días y es, por regla general, un procedimiento ideal para que el cuerpo aumente su energía, libere cetonas y estimule la pérdida de peso.

Se recomienda para principiantes por ser un ayuno intermitente corto, puede ser mientras se duerme.

Por ejemplo, se recomienda ayunar entre las 7 de la noche, después de la cena y las 7 de la mañana: seguidamente se debe consumir el desayuno.

16 horas

 Jessica Davo Garcia Jessica Davo Garcia

Este método recibe el nombre de 16:8 y consiste en ayunar 16 horas al día, y comer solo durante 8 horas. Para los hombres se recomiendan las 16 horas, mientas que para las mujeres solo 14.

Conocido como la dieta Leangains, es útil para quienes hayan intentado ayunar 12 horas, pero no vieron ningún beneficio.

Se debe hacer después de cenar a las 8:00 de la noche, no desayunar al día siguiente, sino que se vuelve a comer hasta el mediodía.

Dicen los expertos que este método protege de la obesidad, diabetes, inflamación y enfermedades del hígado.

Ayuna 2 días a la semana

Se trata de comer cantidades regulares de alimentos saludables durante 5 días y reducir la ingesta de calorías durante los otros 2 días. Por ejemplo, se puede ayunar el lunes y el jueves, y comer normalmente los otros días, siempre teniendo en cuenta que se debe dejar al menos 1 día sin ayunar.

Un estudio concluyó que cuando se consumen calorías solo dos veces por semana o de forma continuada, esto devine en una pérdida de peso similar.

Llamada la dieta rápida, esta opción también reduce los niveles de insulina en la sangre.

Ayuna en días alternos

Consiste en ayunar cada dos días, de forma extrema o intermitente. Es adecuado para principiantes o personas con ciertas afecciones médicas.

Se basa en evitar por completo alimentos sólidos mientras se practica el ayuno, o, depende del organismo, consumir hasta 500 calorías en ese periodo. En los días de no ayunar, puedes eligir comer tanto como quieran (siempre de forma saludable y evitando esos atracones que tanto daño hacen).

Un estudio reporta que este ayuno es efectivo para la pérdida de peso y la salud del corazón. Se  recomienda evitar este tipo de ayuno por largo plazo.

Ayuna semanal de 24 horas

Se trata de ayunar 1 o 2 días a la semana (comer-parar-comer), evitando el  consumo de alimentos durante esas 24 horas.

Muchos lo hacen entre desayuno y desayuno o de almuerzo a almuerzo. Siempre se recomienda tomar agua, tés y bebidas sin calorías.

Ayuno completo

Sin duda alguna que un ayuno de un día completo es un gran desafío para muchas personas, sobre todo para aquellas que se están iniciando en esta estrategia.

Este puede resultan en fatiga, dolores de cabeza o irritabilidad, efectos que a decir de los experimentados, van disminuyendo con el tiempo y a medida que el cuerpo se adapta.

Las personas que siguen este plan pueden tomar agua y bebidas sin calorías durante el ayuno.

Pero deben volver a sus patrones normales de alimentación cuando terminen la abstinencia.

Los beneficios que se obtienen cuando se hace un ayuno de 12 o 16 horas antes de pasar al de 24 horas, están médica y nutricionalmente comprobados.

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